Viene de nuestra mente

Viene de nuestra mente

Silueta de hombre con punto culminante detrás de su cabeza.

La ira es el resultado de nuestra propia manera de pensar acerca de una situación. (Foto por Hartwig HKD)

Sé que usted ha cubierto extensamente el tema de enfado en muchas de sus charlas y también en libros. Me gustaría compartir con usted una reflexión sobre una pequeña situación en la que me encontré hoy que resultó exactamente como usted enseñó: que enfado es el resultado de nuestra propia forma de pensar sobre una situación y de la debilidad de nuestra mente en su capacidad para resistir ser superada por enfado. Ira no es responsabilidad de nada externo, como muchas veces le echamos la culpa.

Acababa de terminar de cenar esta noche y había regresado a mi habitación para continuar viendo algunas charlas de Dharma en YouTube en mi teléfono móvil. Más temprano, un familiar había tomado prestada mi habitación para cambiarme de ropa y me había ayudado a apagar el ventilador que había dejado encendido. Cuando regresé y encendí mi ventilador nuevamente, dirigí mi atención a mi video de charla Dharma móvil y vi que la molesta cosa de "batería baja" estaba encendida. Ira y la irritación surgió instantáneamente, y se quejó en mi mente: “¡Claramente dejaste el interruptor encendido para cargar la batería de tu teléfono mientras cenabas para que estuviera lo suficientemente cargada para ver la charla de Dharma! ¿Cómo se atreve la otra persona a apagar ese interruptor? Ahora la batería está baja y no puedes verlo. ¿Por qué les pican tanto las manos que tienen que entrometerse en tus asuntos y pertenencias? ¡Este es TU teléfono y están siendo entrometidos y no te respetan!” Ira me estaba exclamando todo eso mientras surgía dentro de mi mente.

Y luego me di cuenta de que el cable del cargador estaba suelto y no lo había conectado correctamente a mi teléfono. ¡Entonces me di cuenta de que me estaba enojando por una situación que ni siquiera sucedió! Finalmente experimenté directamente lo que he estado escuchando de su enfado enseñanzas: que nosotros, a través de nuestras propias mentes distorsionadas, somos los únicos responsables de nuestras propias respuestas. Nadie más que nosotros mismos tiene el poder de influir en nuestra propia práctica.

Entonces, estar enojado por algo que no existía me hizo sentir tonto, pero me inspiró porque proporcionó una prueba directa para respaldar la enseñanza que había escuchado. Me di cuenta de que esto no solo funciona con enfado, pero también con todos los estados de ánimo. Esta experiencia me va a ayudar mucho a cambiar mi futuro respondiendo y percibiendo las cosas.

Venerable Thubten Chodron comentarios sobre esta reflexion en Rincón del desayuno de Bodhisattva.

Autor invitado: Nigel Chan

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