Apoyar a un ser querido en prisión
Por LB
Por LB, cumpliendo su sentencia en la Penitenciaría del Estado de Oregón, con contribuciones de sus amigos Jerry y Kathleen Braza.
- Continúe su relación con la persona privada de libertad e inclúyala en su vida. Una de las peores cosas para las personas recién encarceladas es la sensación de que ya no forman parte de la vida familiar o de sus amigos.
- Escribir cartas que detallan la vida cotidiana. No excluyas las “cosas malas”. Relaciónate con él/ella como si estuviera frente a ti manteniendo una conversación como la que normalmente mantendrías.
- Si es posible, visite a su amigo o familiar al menos una vez al mes. Poder verte es muy importante. El contacto personal evita que la persona encarcelada sienta que no es parte del “mundo”.
- No trate a la persona encarcelada de manera diferente a como lo haría si estuviera con usted en su casa. Algunas personas tratan a sus amigos y seres queridos en prisión con lástima, como si fueran niños que necesitan protección y solo palabras amables. Esto puede conducir a la dependencia en lugar de permitirles valerse por sí mismos.
- Anime a su amigo a hacer todo lo correcto para asegurar una liberación anticipada. Anímelos a establecer metas y no ser complacientes. El entorno de la prisión ofrece oportunidades tanto para el éxito como para el fracaso, al igual que el mundo exterior.
- Trabaje de manera unificada para apoyar a su ser querido. No ayuda tener conflictos entre aquellos que están tratando de brindar apoyo. Use este tiempo para unirse como familia o como comunidad, lo que asegurará una integración saludable en la comunidad de amigos y familiares.
- Practica el amor incondicional y la aceptación. Evite el juicio.
- Ofrezca material de lectura, cartas y aliento que se centren en la curación, el perdón, la compasión y el amor por sí mismo y por los demás, la esperanza, la paz y los nuevos comienzos. El objetivo es empoderar a la persona encarcelada, no ayudarla a identificarse con la victimización.
Personas encarceladas
Muchas personas encarceladas de todo Estados Unidos mantienen correspondencia con el Venerable Thubten Chodron y con monjes de la Abadía Sravasti. Ofrecen grandes conocimientos sobre cómo aplican el Dharma y se esfuerzan por beneficiar a ellos mismos y a los demás incluso en las situaciones más difíciles.