Verso 36-3: Cómo alabar a la gente

• Dar elogios y comentarios significativos
• Dar retroalimentación en términos de comportamientos específicos

“Que todos los seres elogien las cualidades de todos los budas y bodhisattvas”.
Esta es la oración del bodhisattva al ver a alguien elogiar a otro.

Pensé hoy en hablar un poco sobre cómo elogiar a las personas. A veces, pensamos que el elogio es decir: “Oh, eres tan maravilloso, eres tan fantástico. Todo lo que haces es súper tonto”. Creemos que eso es un elogio. En realidad, eso puede ser bastante confuso para las personas porque saben que nos sentimos positivos hacia ellos, pero no saben por qué. De la misma manera, cuando tratas de dar retroalimentación a alguien, si dices: "Oh, lo que hiciste está mal, eres tan estúpido", no tienen idea de lo que estás hablando. Saben que tienes malos sentimientos pero no saben lo que hicieron.

Digo esto porque muchas veces, cuando éramos niños, escuchamos elogios y comentarios negativos en términos de "¿Soy amado o no soy amado?" En realidad, la retroalimentación, positiva o negativa, debe darse en términos de comportamientos específicos, no en términos de si la persona es amada o no.

Por ejemplo, si queremos elogiar a alguien, decimos: "Hiciste xyz..." y decimos qué fue lo que hizo "... y realmente aprecio que hayas hecho esto porque...", y luego dices cómo su comportamiento te influyó en una manera positiva Entonces lo consiguen. “Oh, sí, cuando hablo de esta manera, la gente se beneficia. Cuando hablo de esa manera, no lo hacen”. Entonces tienen algo específico en lo que colgarse el sombrero. Mientras que si solo digo, "Eres bueno" o "Eres malo", la gente no sabe lo que es y es bastante confuso.

Cuando esté elogiando a las personas, realmente intente observar los comportamientos específicos que hicieron (lo que dijeron, lo que hicieron) y luego coméntelos de una manera muy específica. Entonces es muy bueno, y ayuda a las personas a saber qué cultivar en el futuro que los beneficie. Aquí es donde las palabrotas no funcionan, porque son demasiado generales: las malas palabras o las palabras fantásticas están desequilibradas. Porque si nos decimos a nosotros mismos: "Oh, esa persona es bip bip bip..." o "esa persona es tan maravillosa, fantástica, simplemente genial...", estamos distorsionando la visión de nuestra mente. Realmente tenemos que ver cuál es el comportamiento. Si hacemos eso, también aprenderemos qué es útil para nosotros hacer y qué es útil para nosotros no hacer cuando observamos cómo el comportamiento de otras personas los afecta a ellos y a las personas que los rodean.