Sin una botella de vodka en mi mano

Como dijiste sobre la otra persona encarcelada que conoces que saldrá pronto, mi mayor problema será mantenerme alejado de las drogas y el alcohol cuando salga. No hace mucho tiempo, creo que fue un revés importante para mí, pero realmente ya no lo creo. Quiero decir que sé que soy un adicto. Eso nunca cambiará, supongo, pero realmente ya no tengo el deseo de estar drogado o borracho. Durante mucho tiempo diría que no me volvería a emborrachar, que no consumiría cuando saliera. Pero solo decía eso porque era lógico, no porque realmente lo dijera en serio.

No he estado drogado desde el '99. No borracho desde el '98. Supongo que hay muchas razones por las que ya no quiero eso. Parte de ello era que bebía para medicar mis problemas. Algunos de esos problemas ya no los tengo. Por supuesto, eso no significa que todos mis problemas hayan desaparecido, pero ya no estoy tan abrumado por ellos. Para empezar, mi autoestima ha mejorado notablemente. Soy más paciente y menos enojado. Estoy mejor equipado para lidiar con los altibajos de la vida.

De hecho, creo que es cuando las cosas empiezan a ir bien cuando más debo tener cuidado. Es como el hombre que nunca va a la iglesia pero está tirado en el piso del baño vomitando borracho. Reza a Dios y jura que nunca volverá a beber si Él evita que se enferme. Pero al día siguiente, después de que se le ha quitado el vómito del pelo y tiene un poco de energía en su paso, es fácil olvidarse de su oración junto al baño. Cuando tengo los pies debajo de mí, es fácil para mí pensar que tengo todas las respuestas. Cuando estoy tirado en la cuneta, no hay duda en mi mente que necesito ayuda.

Toda la escena de beber y drogarse solía ser parte de mi identidad. Ya no quiero que me vean así. Eso ya no es lo que soy. Otra cosa es que yo sepa, sin ninguna duda, que si salgo de aquí y bebo, vuelvo. No hay duda al respecto. Chodron, ¡he terminado con este lugar! Ya no es divertido.

Me arrepiento mucho de las cosas que hice en mi vida, pero las cosas de las que más me arrepiento son las cosas que nunca sucedieron. Oportunidades desperdiciadas. La persona que pude haber sido y la vida de las personas que pude haber tocado de manera positiva. Me arrepiento de haber defraudado a tanta gente, no por las cosas que hice, sino por las que no hice. Esos pensamientos son aleccionadores para mí (sin juego de palabras). Quiero vivir la vida ahora. No puedo hacer eso con una botella de vodka en la mano.